¿Puede existir una verdadera amistad entre hombre y mujer? Quizás sólo se esté a un paso de cruzar el límite y ser algo más que amigos.
Entrevista a Heidi Reeder, científica social especializada en relaciones de amistad En mayo de 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad. A propósito dicha celebración, en eDarling entrevistamos a la Doctora Heidi Reeder, científica social especializada en las relaciones de amistad entre hombres y mujeres.
Hola Dra. Reeder. ¿Podría presentarse brevemente y contarnos sus áreas de especialización?
Soy profesora, escritora y científica social de la Universidad Estatal de Boise. Investigo las relaciones hombre-mujer, el compromiso y la amistad. El tema de mi tesis fue la amistad entre hombres y mujeres.
Su trabajo analiza los diferentes tipos de relaciones entre amigos. ¿Deberían los amigos concentrarse en disfrutar de su amistad y encontrar el amor en otro lugar?
Depende de lo que ambas partes quieran. A menudo es sólo uno de los amigos el que está interesado en una relación romántica, y esto puede crear una situación incómoda (aunque tengo algunos consejos para este tipo de situaciones). Si la atracción viene de un solo lado, entonces sí, los amigos deberían centrarse en disfrutar de su amistad tal y como está.
Cuando hay un interés mutuo, sin embargo, muchas personas encuentran que una amistad es una gran base para una relación romántica.
¿Enamorarse de un amigo tiene alguna ventaja?
Sí, es más probable que la relación sea más auténtica, porque no es necesario empezar con las citas. La ventaja de enamorarse de un amigo es que ya hay un conocimiento mutuo previo muy profundo. Si una pareja se ama y se acepta entre sí después de conocer las imperfecciones del otro, es un buen punto de partida.
¿Cree que hay alguna desventaja en comenzar una relación de esta manera?
La mayor desventaja, como he mencionado antes, es cuando el interés romántico es unidireccional. Por extraño que pueda parecer, es importante hablar entre los amigos sobre las intenciones de cada uno. Si los sentimientos son mutuos, se puede avanzar en una relación, pero si no es así, hay que trabajar para mantener la amistad.
¿Podemos identificar «reglas» en estas relaciones, es decir, cómo mantenerlas, lo que no se debe hacer, cómo hacer la transición de algo informal a algo serio, etc.?
Junto con dos colegas, he investigado los comportamientos en diferentes tipos de amistades, algunas que duraron como pareja y otras que se disolvieron después de la constatación de que una persona estaba enamorada y la otra no. Una reflexión más completa de estos hallazgos aparece en mi blog, pero aquí hay algunas «reglas» sobre qué hacer y qué evitar al negociar la división amigo-amante.
Regla 1 – Averiguar si el amigo se siente de la misma manera. Perseguir una relación con un amigo que no corresponde nuestros sentimientos no es una buena idea. Los hombres son particularmente susceptibles a la interpretación de las señales amistosas de la mujer como sexuales o románticas. En algún momento hay que hablar acerca de lo que cada uno quiere en realidad.
Regla 2 – Ser respetuoso con otras relaciones. Si uno dice que está feliz con su pareja actual, entonces está fuera del alcance del otro.
Regla 3 – Si ambas partes sienten algo más, y empiezan una relación amorosa, deberían seguir actuando de la misma manera que antes del inicio de esa nueva relación. En otras palabras, no deberían comportarse de repente de forma diferente sólo por el hecho de haber empezado a salir juntos. La atracción proviene de un conocimiento mutuo anterior, así que ambos deben comportarse como lo hacían antes.
Regla 4 – Si la otra persona no siente lo mismo, preguntarse si sinceramente se quiere mantener la amistad, dadas las circunstancias. Si se valora la amistad y se desea mantenerla, seguir estas otras reglas, derivadas de la investigación:
– Demostrar que la amistad funciona, por ejemplo, afirmando verbalmente la importancia de la misma y haciendo las mismas actividades de antes.
– Aceptar que los sentimientos no son mutuos e intentar vivir con ello.
– Evitar sentirse violento, con actitudes tales como no mirar a los ojos o pedir disculpas por sentirnos atraídos por la otra persona.
– Evitar seguir esperando que la otra persona vaya a cambiar de opinión. Evitar darle pena o preguntar «¿qué tengo de malo para que no me quieras?»
Puede leer artículos de Heidi Reeder en el Blog Psychology Today
¿Usted se ha enamorado alguna vez de algún amigo? Para responder a estar pregunta escríbanos a [email protected]