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El término “aventura de una noche” nos trae a la cabeza muchas imágenes, pero sobre todo una cosa, el sexo. Las relaciones que empiezan y acaban en una noche no tienen por qué darnos quebraderos de cabeza, pero a veces pueden darnos unos cuantos problemas. Para no tener que arrepentirse al día siguiente, siga nuestros consejos.
Tener en funcionamiento los cinco sentidos
Si decide tener una relación de una noche, mejor que lo tenga todo bajo control. Aunque dejarse llevar está bien, elija con quien se va a casa con la mente clara y sin beber demasiado, y sea consciente de lo que hace en todo momento.
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Sea sincero y no se haga falsas ilusiones
Antes de pasar la noche con alguien, debe saber si esa persona está en una relación. Incluso si ambos buscan diversión por una noche, deben ser conscientes de que también hay riesgos para el corazón. Si usted está en una relación debe decírselo, puede que no pase nada, o puede que la otra persona no comulgue con sus ideas. Muchas veces una relación se rompe por una infidelidad de una noche, y en unas horas se destruye algo que ha costado mucho construir. Pasarlo bien una noche, no debe suponer jugar con los sentimientos de otros, o poner una relación en peligro.
Tener una relación esporádica con alguien conocido puede ser lo mejor y a veces lo peor
El mejor sexo se suele tener con alguien con quien hay confianza. Puede que de repente deseemos a nuestro mejor amigo o volvamos a desear a nuestra ex pareja. Trate de mantener el control en estas situaciones. Una relación con una ex pareja no tiene por qué ser dañina, pero puede convertir las cosas simples en complicadas si se involucran más sentimientos. En el caso de un amigo, es un poco más complicado, pero si los dos tienen claro que lo único que les apetece es sexo, no hay de qué preocuparse. Tenga cuidado porque pueden acabar haciéndose daño. Evitar estas situaciones nos puede ahorrar muchos disgustos, aunque bien llevadas, no tienen por qué dar problemas.
Elija a alguien especial
Todo el mundo tiene derecho a pasar una noche divertida, pero es importante saber diferenciar entre el típico ligón profesional y alguien que simplemente pasaba por allí. Ligar con alguien sencillo y no con el conquistador profesional, le hará sentirse más especial y no tendrá la sensación de estar de cacería.
Cuide de usted mismo y tenga precaución
Para no tener remordimientos en una cita de una noche, ni comportar riesgos, lo mejor es que tenga en cuenta dos puntos básicos:
Prevención: es genial dejarse llevar, pero no olvide tomar medidas. La adolescencia pasó hace tiempo. Después de todo, apenas conoce a la otra persona ni sabe qué tipo de vida sexual lleva. Protéjase usted y a los demás usando siempre preservativo.
Entorno seguro: si decide pasar la noche con alguien, no olvide dónde va, pregúntele dónde vive y recuerde su dirección. Por si pasa algo, tenga el teléfono a mano. Y mejor que vaya en taxi a subirse en el coche de un extraño. Por otro lado, nunca está de más decírselo a sus amigos, para que sepan dónde está. Por supuesto, no haga nunca nada en contra de su voluntad.
Páselo bien, y olvídese de los prejuicios
No tenga miedo y disfrute, pasar una noche con alguien que acabamos de conocer en una fiesta, es algo sano, para la mente y para el cuerpo. Que alguien le guste y quiera tener relaciones con esa persona no le convierte en un golfo o una golfa como dirían nuestras abuelas. Además, puede que haya una segunda cita.
Además, no tiene por qué conllevar ninguna preocupación, siempre que usted sepa divertirse con moderación. Además, muchas parejas se han conocido así, y lo que empieza como diversión puede acabar siendo el comienzo de una relación. Desde aquí le animamos a que conozca gente, y por qué no, si dos personas se atraen, no tiene nada de malo pasarlo bien.
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