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Este cliché era común en nuestro país hace sólo treinta años: la mujer en casa y el hombre trabajando. El papel de la mujer ha cambiado, aunque sigue faltando mucho para la igualdad. Aquí analizamos el cambio de roles entre hombres y mujeres en las familias españolas.
En un pasado no tan lejano…
Si miramos atrás, el cambio del papel de la mujer en nuestro país ha sido abismal, y en muy poco tiempo. Pese a que España fue uno de los países más avanzados en los derechos de la mujer, con la aprobación del sufragio femenino en la Segunda República, tras la Guerra Civil, su papel fue relegado al cuidado de los hijos y el hogar.
Tras la dictadura, hubo dos leyes que contribuyeron a la liberación de la mujer en España: la despenalización del aborto (1985) y la ley del divorcio (1981). Ambas ayudaron a cambiar la mente de los españoles. La mujer era libre para decidir sobre si tener familia o no, y además podía dejar de depender de un hombre.
La mujer sigue haciéndose cargo de la familia
La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral ha cambiado por completo el panorama de las familias; conciliar el trabajo, el hogar y los hijos es uno de los retos del siglo XXI. Aunque no lo parezca, si nos fijamos en los datos, estamos muy lejos de lograr la tan ansiada igualdad.
Trabajar y ser madre no es fácil. Las políticas para incentivar la natalidad en España se resumen a la baja por maternidad de 16 semanas, 10 de las cuales pueden ser transferidas al padre, aunque esto ocurre en contadas ocasiones. Según un estudio del Instituto de la Mujer, en 2009, sólo un 1,6% de los hombres transfirieron la baja por maternidad. La mujer sigue siendo la que se queda en casa tras tener un hijo o adoptarlo. Seguimos con la idea de que el hombre es el cabeza de familia, el que proporciona los ingresos y el que no puede poner en peligro su carrera por los hijos.
La mujer trabajadora, en desventaja
Muchas mujeres trabajadoras optan por un empleo parcial, de ellas, un 24% lo hace por tener que cuidar de cargas familiares, mientras que sólo un 3% de los hombres lo hacen por esta razón, según la 2Encuesta de Calidad de Vida del Ministerio de Trabajo en 2009. Además, los contratos a tiempo parcial están casi reservados totalmente a las mujeres, un 23% de ellas tiene este tipo de contrato, frente a sólo un 5% de ellos.
Otro dato significativo es quién se ocupa de la familia cuando ambos cónyuges trabajan. Según esta encuesta, para el 45% de los hombres, el cuidado de los niños lo lleva a cabo su mujer. Si les preguntamos a las mujeres, sólo un 16% dice que su marido se ocupa de los hijos en casa.
Por otro lado, el estudio del Instituto de la Mujer confirma que, de las excedencias que se toman para cuidar a la familia, un 96% son de mujeres. Los hombres no renuncian a su trabajo por los niños.
Pocas ayudas para tener hijos
Según el Eurostat, nuestro país está a la cola del gasto social por habitante en Europa, unos 200 euros, frente a los 1.100 que se gasta el Estado en Noruega. Por detrás nuestro sólo están Portugal, Polonia y República Checa.
Cada vez menos mujeres se animan a tener familia. La mitad de las españolas trabajadoras no tienen hijos, el 27% tienen uno, el 20% tienen dos, y sólo el 4% tiene tres o más hijos, según datos del 3INE.
El rol de la mujer está cambiando, ¿y el del hombre?
En las nuevas parejas, a este papel de la mujer, ¿se corresponde un cambio en la mentalidad de los hombres? ¿Están ellos dispuestos a sacrificar también su carrera por su familia?
De la Encuesta de Calidad de Vida del Ministerio de Trabajo también se deduce que los hombres dedican la mitad del tiempo al cuidado de la familia y el hogar, y que, de las personas inactivas, un 10% de las mujeres no buscan trabajo por tener que dedicarse a cargas familiares, frente a un las minúsculo 0,09% de hombres.
Miedo a parecer menos hombre
Muchos hombres siguen con la cabeza anclada en antiguos roles, pero otros no. A veces, se ve mal que un hombre deje su trabajo para cuidar a sus hijos, tenemos que desterrar estos viejos prejuicios. Ambos cónyuges son igual de importantes, e igual de importantes son sus trabajos, así que hay que llegar a un acuerdo que perjudique lo mínimo posible a ambos. Las tareas y el cuidado de los hijos deben repartirse o si no, la balanza se inclina siempre perjudicando a la mujer, y como vemos, aún hay mucho trabajo por hacer.
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Fuentes:
Instituto de la Mujer, 2009: http://www.inmujer.es/ss/Satellite?c=Page&cid=1264005600670&language=cas_ES&pagename=InstitutoMujer%2FPage%2FIMUJ_Generico
Instituto Nacional de Estadística,Encuesta de la Calidad de Vida del Ministerio de Trabajo 2009: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?L=0&type=pcaxis&path=%2Ft22/p029&file=inebase