¿Cómo entender a las mujeres? Los hombres y las mujeres son dos sexos opuestos pero realmente no es tan difícil entender a las mujeres.
Las mujeres, para no pocos hombres, son como un enigma. Pero a la inversa tampoco resulta tal fácil la compresión del sexo opuesto. No es otro que el archiconocido tema de la incomprensión entre hombres y mujeres.
De todas formas, no debemos perder de vista que el terreno de los sentimientos y de las emociones resulta a menudo inestable, cuanto menos curioso y no poco complicado, por lo que, no siendo susceptible de racionalizar, a menudo ni nosotros mismos logramos entendernos. ¿Cómo pues, esperar entender al otro sexo sin experimentar duda o inseguridad alguna?
Hay momentos en la vida en los que dudamos de nosotros mismos, ponemos en juicio nuestros propios pareceres. Hay días en que nuestras emociones nos vuelven locos, nos enfadamos sin querer o sin razón alguna queremos gritar como si estuviésemos en una montaña rusa. Porque nos damos cuenta que nuestros sentimientos simplemente no los podemos dominar. Pero también hay días en que todo parece ser muy sencillo. En esos días sabemos con certeza lo que nosotros queremos.
Nunca, nunca….
Por ello, no debemos mantener una falsa impresión, pues las mujeres no son en ningún caso un enigma, al menos no más de lo que pudieran resultar los hombres para ellas. Y, si bien, tal vez no sepamos lo que ellas quieren, sí podemos aventurar que es lo que las mujeres no quieren.
– Las mujeres no quieren a un hombre musculoso, moreno de solarium y que se sienta superior a cualquiera de su mismo sexo. Ellas no desean que su pareja esté obsesionado con su figura, hasta el punto de llegar a comprarse una aparato para medir el porcentaje de grasa de del cuerpo.
– Las mujeres no quieren a un hombre que no pueda expresar sus sentimientos. ¿Qué provecho tiene estar con un hombre que no pueda decirle a una mujer que la ama? ¿Que no le diga de vez en cuando algún cumplido? ¿Que no le diga que no existe ninguna otra mujer para él?
– Las mujeres no quieren a un hombre mimado, que reclame atenciones continuamente. Ellas quieren sentirse protegidas, buscan unos hombros fuertes donde poder apoyarse. No quieren a alguien que no tenga su vida tomada por el mango, o que permanentemente esté insatisfecho de su vida o que sea totalmente dependiente de ella.
Las mujeres no quieren…
– Las mujeres no quieren a un hombre que estando en compañía de sus amigos deje salir al “macho” y que cuando no se encuentra con ellos se comporta como un flojo.
– Las mujeres no quieren a un hombre que no se muestre conversar normalmente del aspecto emocional, que no sepa manejar una comunicación sostenida sobre las emociones.
– Es verdad que a ellas les agrada un hombre que se preocupe de su presentación personal, pero no que se preocupe como una mujer.
– Las mujeres no quieren a un payaso. Nadie quiere permanentemente lidiar con malos chistes ni tener a una pareja que esté buscando siempre alguna ocasión para hacer alguna broma.
– Las mujeres no quieren a un hombre para el que los coches y el deporte sean más importantes que una relación, que anteponga la emisión de la Fórmula 1 o de un partido de fútbol a un romántico paseo por el parque o una cena a la luz de las velas.
– Las mujeres no quieren a un hombre que viva en un mundo virtual. Está bien que tenga conocimientos informáticos, que le guste incluso echar algún que otro partido en la red… pero de ahí a tener a un «friki» en casa, hay un mundo.
– Las mujeres no quieren a un hombre que exagere estando a la moda, pero de igual forma no quieren a un hombre que lleve siempre el mismo pantalón o la misma camiseta. Y también les molesta que un hombre tenga más ropa que ellas, pues se sienten inseguras respecto a su feminidad.
– Las mujeres no quieren a un hombre que piense que una mujer pertenece a los cinco metros cuadrados de la cocina. Las mujeres en general no quieren a un hombre al que tengan que servir como una criada.
– Las mujeres no quieren a un hombre que carezca de cualquier interés cultural; quieren que su hombre lea el periódico, se informe, esté al tanto de la actualidad, lea interesantes obras literarias… Un hombre que se forme.