¿Cómo hacer que se enamore de mí? La comunicación, la indumentaria y ser uno mismo son los ingredientes para conquistar.
Existen muchas situaciones en las que sentimos que no podemos controlar nuestros sentimientos y nos ponemos nerviosos, ya sea por timidez o por miedo a no saber expresarnos, y una de ellas podría ser en una primera cita con alguien que le atrae.
Aprender a controlar sus emociones para evitar en mayor medida ponerse rojo, es un buen ejercicio para conocerse a uno mismo y saber hasta dónde se es capaz de llegar.
Posiblemente alguna vez le habrá pasado que se sonroja cuando ve a la persona que le gusta o cuando tiene una cita con alguien especial. Se siente tímido a la hora de hablar con ella. En este tipo de situaciones es normal que se ruborice, ya que al estar bajo presión queriendo ofrecer lo mejor de uno mismo a veces surje el miedo de no ser correspondido.
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¿Es un problema ponerse rojo?
Según el Doctor Enrique Jadrsic en su estudio sobre el Blushing1 “Ruborizarse en ciertas situaciones es normal. Para el que está avergonzado o nervioso, ponerse rojo es una experiencia común y tolerable. Pero para aquellos que enrojecen frente al más mínimo estímulo, sin motivo o muy a menudo, la experiencia puede generar problemas e interferir en el desenvolvimiento individual, la vida sentimental o las relaciones interpersonales”
La vergüenza esporádica es habitual. ¿Quién no ha tenido esa sensación de ponerse rojo alguna vez? Este sentimiento suele afectarnos en determinadas situaciones cuando sentimos miedo a no cumplir con las expectativas de los demás, claro que no siempre podremos estar completamente seguros, ya que la expectativa que creemos que alguien tiene sobre nosotros puede que sea cierta o no. Lo mejor es tener confianza en sí mismo, no se sienta incómodo y muestre su personalidad.
¿Cómo evitar ponerse rojo en una cita o ante esa persona que le gusta?
Ponerse rojo suele ser una sensación natural si es espontánea y eventual, pero a veces puede resultar problemática en personas que lo padecen muy a menudo, donde este sentimiento emotivo no es tan fácil de controlar. Aún así todos podemos intentar analizar qué es lo que nos hace ruborizarnos en una situación determinada, asumiendo cual es nuestro miedo para intentar evitar esta sensación de vergüenza.
En una primera cita es normal sonrojarse, ya que esta ante la persona que le gusta y que le hace sentir especial, con lo cual es normal ponerse nervioso en una situación de flirteo. Piénselo, en realidad es lo más parecido a una mezcla de nerviosismo agradable.
No tenga miedo y alégrese, está en una cita con una persona especial, posiblemente exista química entre los dos, con lo cual seguramente esta situación es normal por ambas partes.
Sentir vergüenza y ponerse rojo no tienen porqué ser tratadas como dos características negativas, ya que son dos emociones difíciles de controlar en diferentes situaciones. Piense que ser uno mismo, con sus defectos y virtudes, es lo que da esencia a una persona y es lo que le hace ser único.
En temas del amor, no siempre es fácil tener éxito. Pero lo que siempre suele surgir efecto es mostrarse natural, tal y como es. La timidez siempre se puede mejorar si se lo propone, trate de confiar en sí mismo y sea positivo a la hora de buscar el amor, seguro que al final encuentra a alguien compatible con quien compartir sus aficiones.
¿Ha pasado por la situación de ponerse rojo alguna vez? ¿Ha conseguido dejar a un lado la timidez? Déjenos su mensaje.
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Fuentes:
Enrique Jadresic “Blushing: cuando sonrojarse duele” (Uqbar Editores, 2009)