Son pareja desde septiembre de 2012
Me llamo Manel y soy usuario de eDarling desde hace solo un mes, me encantaría explicar la historia de amor que ha nacido entre Eli, una maravillosa chica y yo:
Ella es un tesoro de 34 años y es coordinadora y yo tengo 38 y soy maestro de educación infantil. Nuestra historia es realmente bellísima, sencillamente increíble. Yo me di de alta en vuestra página a mediados de agosto, pero mi cuenta no era Premium, por lo que no podía ver las fotos de mis parejas sugeridas. Pero como recibí algunos mensajes y algunas sonrisas, decidí darme de alta en el servicio Premium y ahí es donde todo cambió.
La primera, sí, la primera chica que me sugeristeis fue Eli, y solo ver su foto me enamoró. Su sonrisa, sus ojos y sobre todo, su perfil, que era absolutamente idéntico al mío, hizo que me diese cuenta de que toda la mala suerte que había tenido últimamente se tornaba en ilusión, y nada más leer todo lo que ella había escrito le envié un correo. Ella tardó en contestar, y no lo hizo mediante mensaje, solamente envió una sonrisa, pero para mí fue un regalo para mi corazón, ya soñaba despierto. Un día sin querer, entré en la página del Making off del anuncio del 2011, y me encandiló, su delicadeza, su suavidad, su amor en todos los planos, y los detalles que de allí emanaban. Dejando volar la imaginación pensé «¿Por qué no? Ojala pudiese estar en un anuncio así y declarar que sí se puede, y sí se puede creer.»
La música, los planos, las parejas. Esas parejas que habían conseguido su sueño hicieron que yo soñase con mi deseo, el deseo de poder seducir a una maravilla que se cruzó delante mío a la primera de cambio.
Y después de enviarle otro correo, un sábado 8 de septiembre por la mañana, por fin recibí las primeras palabras de la que quería que fuese el amor de mi vida. Y en ellas solo veía coincidencias, los dos deportistas, deseando hacer un triatlón, carreras de 10 kilómetros.
Durante toda la semana los correos fueron constantes y el miércoles 12 nos escribimos por fin a nuestros correos personales. Yo sólo imaginaba, deseaba gustarle, pero en los correos había cordialidad, mucha, pero de momento nada más allá. Pero la coincidencia hizo que participáramos en una carrera de running de las fiestas de Barcelona, pero al haber 16.000 personas corriendo no nos pudimos encontrar. Y aquella misma tarde por correo nos dijimos que nos sentíamos tristes por no habernos visto, ya que ambos teníamos muchas ganas de vernos.
Decidí darme de alta en el servicio Premium y ahí es donde todo cambió.
¡Por fin! Por fin tenía una pequeña señal, una pequeña grieta de luz y esperanza de gustarle, y todo desembocó en un primer contacto por teléfono móvil el lunes 17. Por fin un contacto continuo, y correspondido por ella. Me moría de la ilusión y solo deseaba que ella tuviese esa misma emoción. Hasta que llegó el martes 18, y ese martes no lo podré olvidar en la vida, y ella tampoco.
A través de nuestros mensajes nos sinceramos, sacamos a la luz todos esos sentimientos que teníamos y que no nos atrevíamos a decir. Días de correos con fotos y música, de explicarnos muchas cosas, días de acercarnos que desembocaron en unas palabras que hicieron que mi corazón diese un vuelco, y era porque esa maravilla, ese pequeño tesoro de ricitos dorados, tenía las mismas emociones que yo, y ya no podíamos parar. Por fin esa misma noche hablamos y nos escuchamos las voces, voces ilusionadas por vernos, por estar uno delante del otro y poder desatar toda esa ilusión.
Y quedamos el viernes 21, pero el miércoles, el jueves y, sobre todo, el viernes antes de la cita, todo fueron palabras preciosas, llamadas con deseo e impaciencia por vernos, por abrazarnos y, sobre todo, por besarnos.
Y por fin llegó el viernes noche. Quedamos a las 21:00 horas en su gimnasio, bajo la oscuridad del anochecer y en un ambiente maravilloso. Apareció y, por mucho que intente describir con palabras nuestro encuentro, nunca podré acabar de detallar lo que allí tuvimos. Una liberación, un deseo, un abrazo maravilloso, un beso inolvidable. Poder describir todo este momento es para mí encantador, me pone la piel de gallina. un paseo a la luz de la luna por la playa, una cena tranquila, dormir abrazados, el poder despertar y que lo primero que vea sean los ojos verdes de mi amor deseado, un día increíble compartiendo besos, caricias, abrazos, paseando nuestro amor por Barcelona. Miles de detalles que nunca podremos olvidar, porqu fue magia pura, una magia pura que hemos desatado y no vamos a parar de crear. De una cita de viernes a un fin de semana en que nos separamos el domingo a última hora, a regañadientes.
Ahora solamente vemos futuro, deseos, proyectos, retos y sobre todo, el poder compartir la vida el uno con el otro con una ilusión que ambos ya no creíamos posible, pero que, gracias a una página que han creado para el amor, ha hecho que sea posible.
Gracias equipo, por lo que nos habéis regalado. Siempre estaremos orgullosos de cómo nos conocimos, y siempre tendremos en el corazón a un portal que desea lo mejor a aquellas personas que buscan la felicidad y poder compartir la vida con alguien, con pasión y sin límite, tal y como nos pasará a nosotros. Muchos besos a todo el equipo de profesionales que hacéis posible este proyecto. De todo corazón.
Manel y Eli