Son pareja desde el 15 de septiembre de 2010
Cristina:
Fui la primera en enviarle una sonrisa a Toni, era el día 15 de septiembre a las 23:10. Él me responde tres días después. Esa misma tarde le envío un e-mail agradeciéndole que me devolviera la sonrisa y dos horas más tarde, recibo un e-mail de él a través de e-Darling. Las primeras veces que hablamos era como que no coincidíamos mucho en la forma de pensar y estuvimos como unas dos semanas sin hablar.
Toni:
Empezamos las primeras veces a hablar de música. Pasamos de hablar de música a hablar de cine y también ví que nuestros gustos cinematográficos eran los mismos prácticamente. Desde ese momento empezamos a hablar más asiduamente y a intercambiar e-mails de PowerPoint.
Una tarde se me ocurrió decirle que me gustaría ver una película que estrenaban en el cine y ella me contestó que también le gustaría ir a verla, pero la cosa quedó ahí. Cuando volvimos a hablar unos días más tarde, después del estreno de esta película, comentando si alguno de los dos había ido a verla, ninguno había ido y yo le dije que si quería podíamos ir juntos algún día y ella, muy pícara, me respondió que si la estaba invitando. Así que desde ese momento, sin saberlo, se estaba fraguando una hermosa relación.
Sin embargo ese día el tema de ir al cine se quedó en el aire, pero el paso ya estaba dado. A los tres días volvimos a escribirnos y ya ultimamos detalles que se quedaron en el aire. Quedamos para el sábado de esa semana, ya que yo vivo en San Juan (Alicante) y ella en Dénia (Alicante), así que hay más o menos unos 90 kilómetros de distancia.
El sábado, ya en plena autopista, se me ocurrió parar en una zona de descanso, pasando por Benidorm, y enviarle un mensaje al móvil diciéndole dónde estaba yo, que iba de camino a Dénia, ya que habíamos quedado en la salida de la autopista de Ondara-Dénia para ir a un Centro Comercial que hay en Ondara.
Al minuto, me estaba llamando por teléfono toda sorprendida porque se creía que habíamos quedado el domingo y no el sábado. Así que ya me veía llegando a la salida de la autopista en Ondara y ella sin aparecer. Pero no fué así. Ella dijo, ya muerta de la risa, que en la salida de la autopista nos veríamos y así fue. Ella estaba allí.
Cristina:
Más gracioso aun fue llegar al centro comercial y ver que la película que queríamos ver no la ponían hasta la noche y allí nos vimos de pie los dos mirando la cartelera para escoger una peli que empezara pronto y que nos gustara a los dos. Escogimos la de “Wall Street: el dinero nunca duerme”.
Después nos fuimos a cenar y la verdad es que fue una tarde-noche maravillosa, muy divertida, en la que nos reimos un montón y descubrimos los dos que eramos muy parecidos en la forma de pensar.
Fijaos si estábamos a gusto hablando, esto ya en un pub, que se acerca el camarero y nos dice que está lloviendo y que metiéramos la mesa más para adentro por si nos mojábamos. Estaba lloviendo y no nos habíamos dado ni cuenta. Estábamos tan inmersos en nuestra charla, contando chistes, acertijos y hablando de todo un poco, que no nos dábamos cuenta de lo que pasaba a nuestro alrededor. El mundo había desaparecido. Ya miramos la hora y vimos que era tarde, cerca de las 3 de la mañana, y Toni tenía que volver a San Juan, por lo que le esperaba una hora de coche.
Decidimos irnos y ya despidiéndonos, donde habíamos dejado los coches, nos dimos los consabidos dos besos en la mejilla, diciendo lo bien que lo habíamos pasado juntos y que nos gustaría volver a quedar para seguir conociéndonos. Cuando ya se iba se volvió y me dio un abrazo. Ahí me dí cuenta de lo especial que era y de la suerte que tendría la chica de la que él se enamorara, ya que era una persona maravillosa. Luego hubo una pausa de unas dos semanas en las que estuvimos sin ningún contacto.
Toni:
En esas dos semanas de paréntesis no me podia quitar a Cristina de la cabeza por lo agradable, cortés y educada que había sido conmigo en la primera cita.
Así que trascurridos los primeros siete días y al no tener ninguna noticia de ella, se me empezaron a pasar un montón de cosas por la cabeza. Ya transcurridos diez días desde que tuvimos esa espléndida noche me decidí a mandarle un SMS. Después de tres días y al no tener respuesta por su parte, me decidí a mandarle otro mensaje, pero esta vez diciendo que había sido muy agradable y que yo era una persona que no quería agobiar a nadie, solamente le deseaba toda la felicidad del mundo. Me despedí con un “adiós Cristina”.
Cuál fue mi sorpresa, que sólo un minuto más tarde me suena el móvil y era ella. “Todo fue un error”, dijo. Yo sufrí una tremanda confusión. Cristina, antes de tener la primera cita, me contó que iban a operar a la hija de una amiga y que podía estar ausente durante ese periodo. Menuda reprimenda me hechó, me dijo que si no me acordaba de lo que me dijo.
No os podéis imaginar la vergüenza que pasé en ese momento, y además nos dimos cuenta que le había enviado el primer mensaje al que nunca me contestó al número fijo, ¡que torpeza la mía! Y yo comiéndome el coco…
A partir de ese momento, nuestros caminos estaban ya entrelazados, sólo era cuestión de tiempo que tuviésemos otro encuentro, y así fue.
Desde esa segunda cita yo ya no podía quitarme a Cristina de la cabeza. Es la mujer con la que siempre he soñado. Somos como dos gotas de agua, tenemos una afinidad tremenda y sé que es la persona con la que quiero envejecer. Ya sólo me queda deciros unas palabras: MUCHÍSIMAS GRACIAS a eDarling por permitirme conocer a la persona más maravillosa que puede haber en este mundo. Sin vuestra ayuda, y viviendo cada uno donde vivimos, hubiese sido imposible haberla conocido. ¡Gracias de todo corazón, amigos!
Cristina:
A mí practicamente me queda deciros lo mismo: ¡GRACIAS! Toni es el hombre más especial y maravilloso que hay en este mundo. No se puede describir con palabras, es la palabra AMOR hecha hombre. Yo no creía en los cuentos de hadas ni nada de eso, pero él me ha demostrado que sí existen. Vamos, que ya me creo que existen los principes azules y él es uno de ellos.
Por la distancia que nos separa, no podemos vernos todos los días, pero el tiempo que estamos juntos los vivimos intensamente y para nosotros un día de estar juntos es para el resto del mundo un año. Así de intenso y maravilloso es nuestro amor. Aunque es poco tiempo el que llevamos juntos, es tan intensa la compenetración que tenemos entre los dos, que ya sabemos lo que piensa y siente el otro sin necesidad de palabras ni de explicaciones.
No veo el momento de estar juntos para siempre y poder compartir con él el resto de mi vida y darle todo el AMOR que se merece.
Quisiera haber podido transmitir a través de este escrito, el montón de sensaciones y sentimientos que he tenido desde que nos hemos conocido.
MUCHÍSIMAS GRACIAS POR HABERME DADO LA OPORTUNIDAD DE CONOCERLO. ¡INFINITAS GRACIAS!