Fue un encuentro esperado por largo tiempo, vi su foto, me imagino que ella vería la mía. Nos enviamos las cinco preguntas… las respuestas. Luego mi mensaje, el suyo y un citarnos en un céntrico lugar de Barcelona. Era el 19 de Septiembre de 2012 y las 20 horas de un caluroso miércoles. El flechazo por parte de quien escribe, fue instantáneo y quiero imaginarme que mi interés y el suyo hicieron el resto.
Amigos de eDarling, esto es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo y quiero festejarlo con vosotros, pues, no hace falta decir que gracias a vuestra colaboración he conocido aquello de lo que mi vida carecía. Mi vida ha cambiado, mi estado anímico, mi aspecto, mis ganas e ilusión, en definitiva, mi esperanza.
Ella, su persona, su presencia e interés por mí, todo lo que un ser humano necesita anímica y sentimentalmente hablando, han venido de su mano. Llevamos siete meses y diecisiete días de relación. Ella vive y labora en Barcelona y a mí el banco me deja vivir en Mont-roig del Camp (Tarragona). Nos vemos los fines de semana y alguno que otro día entre medio. La ilusión preside esta relación. Tal vez ha sido el tiempo, ese que ha dejado de ser nuestro aliado por lo mucho que de él hemos consumido, el que ha unido físicamente a dos personas que están en el atardecer de sus vidas y que anhelan envejecer sus días una al lado de la otra.
Compartir (entre dos) tiempo y anhelos, momentos e ilusiones, e intentar fraguar una cimentación que acepte y soporte el peso de esta relación, es nuestro principal proyecto en común. Ambos tenemos hijos independizados, somos jóvenes en carácter e ilusiones y vamos creando proyectos pues nos hemos dado cuenta de que tenemos muchísimo para darnos y de que queremos pluralizar la singularidad de nuestras personas.
Cuando una persona, como es mi caso, ha fracasado sentimentalmente varias veces, ves que el tiempo se agota (pues los años se acumulan a tu particular logaritmo), cuando el cabello blanqueó tus sienes hace mucho y nuevos pliegues dibujan el entorno de tu cara, te comentas a ti mismo: ¡Dios, que poca historia me queda y no tengo con quien compartirla! ¿Es eso egoísmo? Puede parecerlo, pero entiendo que las necesidades sentimentales de un hombre, la disipa una mujer y viceversa (aunque no cuestiono ni pongo en duda otro tipo de amores, los cuales respeto mucho).
A los pocos días de registrarme en eDarling, conocí a Rosa María. No hace falta decir que es lo mejor que me ha pasado en muchos años. Nada es azar, no existe la casualidad y todo acontecimiento tiene un motivo que lo justifica y el que ella apareciera en mi vida y yo en la de ella, que nuestros hobbies y afinidades sean tan comunes, han provocado que lo de cada uno sea para los dos.
Nuestra historia crece sentimentalmente hablando y ella ha llenado el vacio tan enorme que el tiempo y el desamor habían originado en mí. Por esto y por vivir algo tan ilusionante y esperanzador, quiero expresaros mi gratitud más cariñosa.
Mi más entrañable enhorabuena por vuestra iniciativa.
Esteban Olalde Blanco