Semana Santa ¿son los católicos más felices?
Un estudio de www.eDarling.es y las Universidades Humboldt y Southhampton demuestra:
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Hasta ahora, todos los estudios a nivel nacional indicaban que los creyentes gozaban de mejor salud mental.
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Una comparación con usuarios de eDarling de 11 países europeos revela que la aceptación de la religión en la sociedad es una variable determinante en esta ecuación.
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Los creyentes gozan de una mayor salud mental únicamente si viven en países donde la religión está muy arraigada a la sociedad.
La Semana Santa ya nos hace guiños, asomada tras la puerta. Unos la aprovecharán para viajar; otros, preferirán disfrutar de las procesiones. Pero… ¿Quiénes son más felices, los creyentes o los no creyentes? Las universidades Humboldt (Berlín-Alemania) y Southhampton (Reino Unido), junto con eDarling, han llevado a cabo un estudio muy interesante que demuestra que los creyentes gozan de una mejor salud mental únicamente si viven en países donde la religión está muy presente en la sociedad, siendo esta última una variable determinante. Tendremos que buscarnos otro camino que nos garantice poder acariciar la felicidad eterna.
En los últimos años se han publicado numerosos estudios (procedentes en su mayoría de Estados Unidos, país donde la religión está muy enraizada a la sociedad y tiene un papel muy importante) que parecen demostrar que las personas religiosas tienen un mayor equilibrio emocional, menos depresiones y gozan de una mayor satisfacción vital que las personas que dicen no ser religiosas. Pero todavía nos hacemos la misma pregunta:¿Nos hace la religión más felices?
Tal y como demuestra el estudio realizado por expertos como el Dr.Gebauer de la Universidad Humboldt de Berlín, Dr. Sedikides de la Universidad de Southampton y Dra.Neberich, psicóloga de eDarling, publicado en medios internacionales como el Psychologicalscience o Livescience y tomando como muestra a usuarios de eDarling, se desmiente categóricamente cualquier tipo de relación o dependencia entre la religiosidad de un individuo y su estabilidad emocional.
En un primer momento, sacando la media de entre los 11 países de los que se extrajo la muestra representativa, es cierto que los creyentes indicaban tener una mejor salud mental que los no creyentes. Pero, al llevarse a cabo un análisis individualizado a nivel nacional, se demostró que esta afirmación no es correcta, al obtenerse resultados muy diferentes según el país Los expertos consideran que se debe a que en ciertos países se le da más importancia a la religión, y las personas creyentes son valoradas positivamente por el hecho de ser religiosas (esta aceptación supondría una ayuda a la hora de encontrarse bien con uno mismo: lo que se denomina «autoestima social»).
Siguiendo con esta lógica, en los países donde no se le da especial importancia a la religión, los devotos no disfrutan de mejor salud mental en comparación con el resto. Así pues, en países como Rusia o Turquía, las personas creyentes demostraron tener una mayor autoestima social y un mejor ajuste psicológico que las no creyentes. Por el contrario, en Suecia o Alemania, sociedades donde no se le da tanta importancia a la religión, no hay apenas diferencia de autoestima social y ajuste psicológico entre personas creyentes y no creyentes.
Y es que, aunque la frase «Mente sana, cuerpo sano» viene de la menos conocida Orandum est ut sit mens sana in corpore sano («Orar ayuda a tener una mente sana en un cuerpo sano»), no se ha podido demostrar que la fe asegure la felicidad, mucho menos en un momento en que el nivel de religiosidad decrece continuamente en la mayoría de países europeos.
*Muestra a partir de más de 200.000 usuarios de 11 países diferentes registrados en eDarling.