Padres solteros poseen una gran responsabilidad pero renunciar al amor por ello no es una ayuda.
Lleva un tiempo con su pareja y todo parece ir bien. Son completamente felices excepto por un pequeno detalle: todavía no ha conocidos a sus padres. Su relación va viento en popa, y están muy enamorados. Conoce todo sobre su pareja, sus hobbies, sus intereses, se lleva bien con sus amigos, y hasta han superado la prueba de viajar juntos, pero, de repente, llega el temido día en que le dice: “Cariño, mis padres nos han invitado el domingo a comer.”
Temas recurrentes con los suegros.
Conocer a los padres de su pareja es una de las pesadillas de cualquier soltero. Hable con ellos, del tiempo, de la comida y de los intereses que puedan tener en común. Sea agradable y ayude a mantener una atmósfera cálida. La educación es muy importante. Evite hablar de temas demasiado personales, de ex-parejas o de futuros hijos. Los temas polémicos, como la política, mejor evitarlos. Pregunte a su pareja de qué temas hablar, cuáles son polémicos y cuáles no, y así evitar temas incómodos con su familia política. Trate de ser objetivo, y si no, use el comodín, “prefiero no hablar de este tema”. Mejor esto que acabar discutiendo.
Es importane que transmita la sensación de que no quiere estar con su pareja como si fuera un ligue más, si no porque apuesta por un futuro juntos.
Estar preparado para el tercer grado
Las relación entre padres e hijos es muy distinta dependiendo de si tu pareja es hombre o mujer. En general, los padres son expertos en interrogatorios, y conocer a la pareja de su hijo es sinónimo de ponerle a prueba. Dos combinaciones son especialmente delicadas:
Si usted es hombre: su suegro querrá proteger a su hija, que para él sigue siendo su princesita. Usted es ahora el referente masculino en su vida y le ve como otro hombre rival. Le pone nervioso y seguro que le intenta poner en un aprieto. Siendo realistas, lo más fácil es no gustarle al suegro, al menos de primeras.
Si usted es mujer: su suegra la verá como una rival por el cariño de su hijo. Las madres suelen sobreproteger a sus hijos y le hará preguntas como: ¿Sabes cocinar? La respuesta literal le importa poco, es una forma de saber si la novia se preocupa por su hijo como lo hace ella, y saber si va a cuidar bien de él.
A veces es mejor esperar y tomarse el café sin rechistar. Y no está de más agradar con algún cumplido sobre la acertada decoración de la casa o el fascinante coche del suegro. Es cuestion de tiempo. No se tome los ataques como algo personal. Normalmente las preocupaciones de los padres desaparecen con el tiempo, a medida que la relación se afianza.
El hábito hace al monje
Las apariencias importan, aún más con los suegros. Es importante elegir la ropa adecuada para la primera cita con sus padres, para ellos es importante el aspecto de la pareja de su adorado hijo.
Es importante saber vestirnos para la ocasión; no es lo mismo conocerles en una boda que en una barbacoa. Lo mejor es no darle rienda suelta a la imaginación, vestir formal pero casual y sobretodo, pregunte a su pareja, que sabe perfectamente lo que les va a gustar. Elija una ropa con la que se sienta cómodo. Si no lo está, ellos le notarán encorsetado, y más nervioso, y esa es la imagen contraria a la que queremos transmitir.
En el caso de las mujeres, es importante controlar el maquillaje y las joyas, y seguir la máxima menos es más. Nada de grandes pendientes que llamen la atención, normalmente suele ser para mal. Discrección al poder. El maquillaje, cuanto menos llamativo, mejor.
Ser limpio y discreto facilitará mucho las cosas. Lo que su abuela llamaría ser hacendoso.
Pequeños detalles para tenerlos contentos
Está bien llevar un pequeño regalo en la primera visita. Puede ser el típico ramo de flores para la madre o algo más personal. Háblelo con su pareja, porque a algunas personas les puede parecer excesivo, y corre el peligro de parecer que está haciéndoles la pelota. No hay que ser excesivo con los regalos, sólo es un detalle.
Para preparase a conocer a sus suegros, lo más importante es conocerles un poco antes, es decir, pregúntele a su pareja algunos detalles de su vida, que además le ayudarán a encontrar temas de conversación. Su pareja les conoce mejor que nadie. Infórmese como quien se informa sobre una empresa antes de ir a una entrevista de trabajo.
Finalmente: que no cunda el pánico. Los padres de su pareja son personas como usted, también estuvieron solteros, y al final todo es cuestión de química. Si no congenian, no se preocupe demasiado, al final usted está comprometido con su pareja, no con sus padres.
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